Después de años de parálisis en el sector de radiodifusión, el presidente Calderón anunció el refrendo de 75 concesiones de radio –que permanecían en la indefinición jurídica desde el sexenio de Fox– así como la definición del estándar para transitar a la radio digital, un tema que quedó pendiente desde el lanzamiento de la política de digitalización hace un año.
Se trata de decisiones técnicas con peso político. Por esto, en lugar de provenir de la Cofetel –el órgano regulador responsable– los anuncios se dieron con bombo y platillo desde Los Pinos. En juego está la necesidad de congraciarse con los operadores del sector en vísperas del inicio del periodo electoral. Calderón responde en primer lugar a la demanda de los operadores que esperaban su refrendo desde hace años. En segundo lugar, al hacer voluntaria la transición a la radio digital, da un guiño a aquellos que temen la entrada de nuevos jugadores en la banda FM –lo que se facilitaría con dicha transición.
Ambas decisiones –así como muchas otras del sector– han permanecido inexplicablemente estancadas en la Cofetel por años. El que hayan sido proclamadas por el propio Presidente a unos días de una elección estatal importante y a unos meses de que comiencen las pre-campañas presidenciales, contribuye a la percepción de que el tema continúa siendo político, como lo era en los tiempos del PRI.
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