El próximo 31 de enero arrancan las precampañas para la elección intermedia de este año. Ese mismo día se pondrán en operación los primeros centros de monitoreo de spots en radio y televisión en el D.F., Guadalajara y Monterrey. El monitoreo de la propaganda electoral en tiempos de precampaña será complicado como lo anunció el conflicto de esta semana entre PRI y PAN por el empleo de programas sociales del gobierno con fines político-electorales. La dificultad se hace mayor cuando es evidente que los candidatos serán seleccionados por procesos cerrados, así que los espacios mediáticos de las precampañas no serán empleados para la disputa entre precandidatos, sino entre partidos para difundir sus mensajes políticos. La labor del IFE nuevamente se complica ante la existencia de un marco legal que abre espacios para que los partidos le den la vuelta a una reforma que ellos mismos aprobaron. Esto aunado a la ausencia de reglamentación para fincar responsabilidades y sancionar a servidores públicos hace que la credibilidad y fortaleza del IFE estén minadas. El reto en el monitoreo, blindaje y fiscalización es mayúsculo, las herramientas insuficientes y los huecos muchos. (ver Encuesta).
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