Los ánimos económicos están exaltados: apreciación del peso, baja en las tasas, subida en la bolsa y creación de cuatro mil empleos. Sin embargo, ninguno de los cuatro puntos tiene que ver con reactivación de la actividad económica:
* El fortalecimiento del peso obedece a una expectativa de mayor oferta de dólares en México, lo que demuestra que la acelerada depreciación de los últimos meses es más de orden especulativo.
* La baja en las tasas es un impulso exógeno al mercado interno.
* La recuperación de la bolsa respondió a que se rompió el nivel de resistencia de los 20,800 puntos, lo que marcó señal de “compra”. No sorprenderá una toma de utilidades en el corto plazo.
* La subida del empleo se explica por plazas eventuales, por lo que no puede hablarse de recuperación plena del aparato productivo. Muestra de ello es la caída de 8.5% en la formación de capital bruto.
La reactivación será cuando el consumo, el crédito y la inversión se recuperen y eso todavía no pasa. Evidencias de ello son la menor confianza de consumidores y productores, y la mencionada reducción en la formación de capital.
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