El corte de agua por trabajos de mantenimiento en el sistema Cutzamala provocó escasez del vital líquido en la Ciudad, pero no una sequía de las proporciones que algunos anunciaron. Sin embargo, el vacío informativo de la semana santa, puso en la mira las declaraciones cruzadas entre el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el Director de la Conagua. Los gobiernos Federal, del D.F. y del Estado de México están obligados a trabajar de manera coordinada para dar viabilidad a una zona metropolitana de 20 millones de habitantes con una elevada tasa de consumo por persona y un sistema donde el desperdicio y las fugas son la norma. El problema del agua es serio y de fondo, involucra infraestructura, medio ambiente, finanzas públicas, subsidios y finanzas familiares. Se requieren soluciones imaginativas y decisiones difíciles para cambiar la manera en cómo se obtiene y utiliza el agua en la Ciudad. El conflicto visto y los que vendrán son la punta del iceberg de un sistema político-electoral donde se ganan elecciones sin resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía.
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