La semana pasada diversos actores políticos se posicionaron críticamente frente al manejo federal de la crisis económica. En una manifestación en el Zócalo, López Obrador mostró que conserva todavía su poder de convocatoria popular. Por su parte, el liderazgo de Manlio Fabio Beltrones en el Congreso se manifestó con el inicio del foro “México ante la crisis. ¿Qué hacer para crecer?”, que arrancó con la participación de varios ex presidentes extranjeros, el llamado a reformas estructurales del Secretario de Hacienda, y el pesimismo del Gobernador del Banco de México. En el Foro de Davós, la delegación mexicana se vio opacada por las participaciones de otros reconocidos mexicanos, el ex presidente Zedillo y el secretario general de la OCDE José Ángel Gurría. Cada actor político tiene su propia agenda y la crisis les da una maravillosa oportunidad para llamar la atención e impulsarla. En el futuro es de esperar que las críticas a los programas gubernamentales anticrisis continúen y que los funcionarios federales estén sujetos a presiones internas y externas cada vez mayores. Combinado con el fuerte estrés electoral, el presidente Calderón enfrentará este año la mayor prueba de su administración.
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