El repiqueteo de las campanas de la Catedral al momento que se llevaba a cabo la Convención Nacional Democrática convocada por Andrés Manuel generó la ira de algunos asistentes a la misma, quienes irrumpieron al recinto durante la celebración de una misa. Las hipótesis de provocación por parte de la Iglesia, incitación del perredismo a la violencia, o incluso de cancelación de culto por la decisión de cerrar la Catedral hasta tener condiciones mínimas de seguridad para impartir misa son exageradas. Lo cierto es que siempre en manifestaciones de ese tipo existen grupos –agraviados y descontentos por múltiples razones – dispuestos a recurrir al enfrentamiento y a la violencia a la menor incitación. Y el que juega con fuego, tarde o temprano se quema.
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