Una mirada a lo local: Jalisco

Peña Nieto

El 1 de julio de 2012, los jaliscienses elegirán a su próximo gobernador, así como a 125 alcaldes y 39 diputados locales: 20 de mayoría relativa y 19 de representación popular. Aunque este estado es gobernado por el PAN desde 1995 y este partido aún conserva poco más de la mitad de las presidencias municipales (63), el PRI ganó un amplio terreno en 2009 al obtener 46 ayuntamientos, dentro de los cuales están los 4 más poblados de la entidad, donde se concentra 41% de sus habitantes (Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá). Así, no resulta sorprendente que el priísta Aristóteles Sandoval –un político de perfil físico y político muy parecido a Enrique Peña—aventaje marcadamente en las encuestas para gobernador. De acuerdo con un sondeo levantado por El Universal entre el 21 y el 23 de abril, el ex alcalde de Guadalajara triunfaría con 53.3% de los votos, contra 21% del ex secretario de gobierno del estado, el panista Fernando Guzmán. Además se debe tomar en cuenta al sorprendente Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano, un ex priísta llegado a la alcaldía de Tlajomulco (municipio de la zona metropolitana de Guadalajara y entre los 10 más poblados de Jalisco) con 19.6%. Faltará revisar las preferencias después del primer debate entre aspirantes a la gubernatura, el cual tuvo lugar la noche del 1 de mayo donde, de acuerdo con un ejercicio realizado por el diario Mural (Grupo Reforma), Alfaro habría sido el ganador según sus consejeros editoriales y lectores.
El PAN se enfrenta a un panorama muy complicado en su búsqueda por conservar por cuarta ocasión consecutiva la Casa Jalisco. Acción Nacional no sólo deberá superar la popularidad de Aristóteles, quien llegó a tener niveles de 70% de aprobación en la alcaldía de la capital estatal, sino también a un “caballo negro” como Alfaro. Por si fuera poco, el panismo no se ha recuperado del todo de su proceso interno de elección de candidato a gobernador, donde se dio una ruptura entre los denominados “paquistas” (es decir, los aliados del ex gobernador y flamante embajador de México en España, Francisco Ramírez Acuña), quienes respaldaron a Fernando Guzmán, y el Grupo Guadalajara encabezado por un ahijado político del mismo Ramírez Acuña, Hernán Cortés, presidente del Comité Directivo Estatal. No obstante, es importante considerar que el actual mandatario jalisciense, Emilio González cuenta con un nivel de aprobación razonable -por arriba de 50%- y que los Juegos Panamericanos de 2011, de los que el gobernador fue presidente del comité organizador, dejaron un buen sabor de boca en la población. Asimismo, cabe resaltar que González Márquez pertenece al ala más conservadora del PAN local, cuyo arraigo en la entidad es considerable. Esto pudiera traducirse en una efectiva movilización de votantes durante la campaña y el día de la elección, lo que podría cerrar la contienda. Por otra parte, el interés del panismo en Jalisco, no sólo reside en lo local, sino en el arrastre que significa como uno de sus bastiones a nivel federal. Un candidato débil a la gubernatura no abonaría demasiado a la candidatura federal de Josefina Vázquez Mota.
En cuanto a la izquierda, su presencia ha sido siempre bastante débil en Jalisco. De hecho, ninguno de los 5 candidatos en la contienda por la gubernatura podría considerarse propiamente de ese lado del espectro político. El abanderado perredista, Fernando Garza, fue alcalde de Guadalajara bajo los colores de Acción Nacional, mientras que Enrique Alfaro tiene un corte más pragmático que izquierdista.
De acuerdo con El Universal, 70% de los jaliscienses decidirían su voto según el candidato y no tanto considerando el partido que los postula. Hace seis años, Emilio González arrancaba su campaña a la gubernatura con casi 20 puntos porcentuales de desventaja frente a su adversario priista; terminó ganando por cerca de 4 por ciento. Como vemos, remontar un déficit en las preferencias electorales no es del todo imposible. Sin embargo, en Jalisco la pregunta más importante en las siguientes semanas podría ser: ¿quién recortará la distancia con Aristóteles: Fernando Guzmán o Enrique Alfaro?

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